Durante las fiestas de Navidad 1/3 del Komando Marmota, Javi, tira para Asturias aprovechando la cantidad de nieve que ha caído últimamente (el Fer y Nacho pasan de mi).
Paso noche en Noreña, cerca de Oviedo, donde caen unas sidras y una buena cena con Isa y sus colegas.
A la mañana siguiente, domingo 4 de enero de 2009, salgo prontito con mi tocayo Javi (natural de Lugones), camino del puerto de S. Isidro. Por el camino nos vamos alejando de la densa niebla que inunda Asturias. Hacemos una breve parada para alquilar unas raquetas ya que no sabemos como estará la nieve (al final no las usamos). Poco a poco nos vamos acercando por la AS-253 al puerto y las montañas cubiertas de nieve van mostrándose espectacularmente.
Dejamos el coche en el parking de la estación invernal y a -3ºC comenzamos la ruta. En primer lugar nos dirigimos hacia el Lago Ausente y para ello primero recorremos una pista de esquí de fondo helada y luego recorremos la antigua morrena que nos conduce hasta el lago. Mientras, el sol ha salido, lo que hace que la temperatura sea mucho más agradable y nos ponemos los crampones porque la ladera que asciende hasta el circo está semihelada, y más vale prevenir.
Sin apenas esfuerzo llegamos al lago, que se encuentra helado, y flipo con estampa: solos ante el lago y con el Requexines y el Ausente de fondo. Precioso.
Decidimos subir a estos dos picos por la cuerda y el paseo se hace maravilloso. A medida que ganas altura las vistas mejoran y vemos como la niebla cubre la zona asturiana y la castellana. Primero pasamos por el Requexines (2012 mts.) y luego continuamos al Ausente (2046mts.) donde disfrutamos de las vistas (se puede observar toda la Cordillera Cantábrica al completo) y nos zampamos un bocata de jamón ibérico extremeño.
Decidimos descender por la ladera occidental (ligeramente helada) para dirigirnos al Cuerna (2142 mts.) y a la cuerda de Peñanevares. Por el camino nos acompañan las huellas solitarias de invisibles rebecos. Ascendemos al Cuerna por la umbría y se nos hace durilla debido a la más que respetable pendiente que afrontamos, pero no viene mal para sufrir un poquillo.
Y arriba no espera la nieve virgen, unas vistas magníficas y un té calentito. Continuamos por la cuerda disfrutando de los paisajes y pasamos por el Roldán (2125 mts) camino de Peña Agujas. Allí dos mendas con tabla de snow suben al pico para tirarse desde él por un tubo, vaya flipaos.
Y desde allí descendemos por las solitarias pistas de esquí hasta llegar al coche tras 8 horas de pateo en agradable compañía, con un paisaje alucinante y en un día magnífico. ¿Qué más se puede pedir? (Marqués, fue un placer!!).
Hasta otra y saludos desde Peñarroya!!!